Pues bien, he ido a ver la tan mencionada película de Avatar de James Cameron; 12 años aproximados para "esperar" a la tecnología y poder crearla, y en efecto, viene acompañada de Software nuevecito y Hardware en forma de lentes 3D.
Todo un despliege gráfico bombardeando a los sentidos y sinceramente, ocultando ciertas obviedades en el guión, y su muy plana concepción de este; podemos encontrar esta misma historia en otros contextos y tiempos, pero si algo aprendió el director después de esa millonaria cosa llamada Titanic, es usar a su favor los tiempos de los efectos visuales para no aburrir o desencantar al público de la historia.
Y en efecto, a pesar de todo, eso sucede en Avatar; Pandora es una delicia virtual para nuestros cada vez menos exigentes sentidos, y sale a relucir su belleza justo cuando el guión resulta obvio o estereotípico. El villano que solo quiere jalar el gatillo para satisfacer su hombría, la mujer ruda piloto de naves, los abraza árboles con buen corazón e increíbles intenciones, los nativos aferrados a sus ritos que son chantajeados por esa vía provocando la aceptación de los extranjeros (no, no cunfundan con Xenofobia), el novato que no sabe nada de la operación pero que demuestra increíbles habilidades innatas que despiertan envidias, el empresario desalmado que solo piensa en negocios, en fin, la lista de siempre.
El cine gana terreno cada vez más en lo visual, pero pierde lo mismo en escencia, si los diálogos, motivos, pasados, presentes, actitudes son insulsos y fofos, Cómo esperan que te transporten solo con lo visual???
Cameron lo sabe bien y lo ha demostrado, así que lo mejor que puede ofrecer al público actual, es el perfecto balance entre el guión y lo visual; resumiendo, cuando el guión se afloja o resulta trillado, sacan a los monos a bailar, esta vez en forma de Flora y Fauna; y antes de pensar en una agresión malandra, el mismo director lo ha mencionado, esperó 12 años a la tecnología...
-EGO SUM CREATURA NOCTIS-
